Con la finalidad de minimizar el consumo de agua se adoptó como buena práctica ambiental la recuperación y aprovechamiento de las aguas pluviales (al ser la climatología de Galicia propicia). De esta manera, en época de lluvias, el personal técnico procede a la recogida de las aguas pluviales canalizadas en las instalaciones antes de que sean conducidas a la salida de la red de pluviales. Para esta tarea utilizamos un equipo de bombeo de nuestro propio parque de maquinaria. Las aguas aspiradas por la bomba son conducidas y depositadas en un contenedor estanco donde quedan almacenadas para su posterior empleo. Conviene matizar que el agua de dicho contenedor se usa tanto para el llenado del foso como en operaciones de limpieza de maquinaria, útiles y herramientas.
Adoptando esta sencilla práctica hemos logrado reducir significativamente el consumo de agua lo que supone, por una parte, un ahorro de costes (reducción de facturas de consumo de agua) y, por otra, minimizamos los impactos ambientales asociados al consumo de un recurso natural como es el agua contribuyendo, así, a un mundo más racional y sostenible.