El día 26 de noviembre de este año se dará la bienvenida, por primera vez, al "Día Mundial del Transporte Sostenible" de la ONU. Un día especial para que todas las naciones reflexionen y reconozcan el importante papel del transporte en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana así como su transcendencia en el desarrollo sostenible.

En su resolución, la Asamblea General de la ONU invita a todos los estados, organizaciones miembros de la ONU, organizaciones internacionales y regionales y, en definitiva, a toda la sociedad en general, a que se conmemore el 26 de noviembre de cada año el "Día Mundial del Transporte Sostenible" mediante la educación y la celebración de programas y acciones orientadas a mejorar el conocimiento de los ciudadanos sobre los problemas del transporte sostenible.

En un informe de 2016 el Grupo Consultivo de Alto Nivel del Secretario General sobre el Transporte Sostenible se definió éste como "... la prestación de servicios e infraestructuras para la movilidad de personas y mercancías que promueven el desarrollo económico y social en beneficio de las generaciones actuales y futuras de manera segura, asequible, accesible, eficiente y resiliente al tiempo que se reducen al mínimo las emisiones de carbono y de otro tipo y los impactos medioambientales..." [Fuente: ONU, 2023].

Como sabemos, el transporte es vital para el comercio y el crecimiento económico de un país. No obstante, es, asimismo, una de las principales fuentes de generación de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.

El transporte sostenible facilita servicios e infraestructuras para la movilidad de personas y mercancías pero, también, favorece la consecución de otros Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) como, por ejemplo, la erradicación de la pobreza en todas sus dimensiones, la reducción de las desigualdades, etc.

Conviene matizar que para que se alcancen todas estas pretensiones es preciso seguir desarrollando infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad y optimizar autopistas, carreteras, ferrocarriles, vías de navegación, calles, rutas aéreas, puertos, etc. A la par, se hace imprescindible implementar buenas prácticas que reduzcan el consumo de energía y otros recursos, el uso de terreno, las emisiones de gases, sustancias y contaminantes de efecto invernadero responsables del deterioro de la capa de ozono a fin de garantizar impactos positivos ya sean económicos, sociales, ambientales u otros impactos.

Así pues, el transporte sostenible debe considerarse no un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar el desarrollo sostenible.

                                               

Comments (0)

No comments at this moment