El próximo 24 de octubre se conmemora en todo el mundo el “Día Internacional contra el Cambio Climático”. Una fecha reservada para que reflexionemos sobre el cambio climático y cómo nuestras acciones, tanto individuales como colectivas, pueden influir sobre el mismo: la actividad antropogénica es la principal causante del cambio climático, debido, fundamentalmente, a la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) que generan emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera actuando como una capa que envuelve a la Tierra, atrapan el calor y producen la elevación de las temperaturas (“efecto invernadero”).

El cambio climático constituye una emergencia mundial que exige soluciones a todos los niveles, así como coordinación y cooperación internacional para ayudar a los países a avanzar hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Para abordar sus impactos, los líderes mundiales, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, firmaron el  "Acuerdo de París" - acuerdo firmado por 194 partes (193 países y la Unión Europea)-. Este Acuerdo constituye un tratado internacional legalmente vinculante que contiene compromisos, entre ellos, la reducción de las emisiones siendo, asimismo, una hoja de ruta para ayudar a las naciones en vías de desarrollo a mitigar y adaptarse al cambio climático, en conformidad con los objetivos climáticos marcados.

El cambio climático afecta a las economías, a la salud, a la seguridad alimentaria, a los ecosistemas y, en definitiva, a todas las partes del planeta. Estos son alguno de sus efectos:

·         Aumento del nivel del mar. Cuando la temperatura de la Tierra se eleva se produce la fusión del hielo de los polos (glaciares, hielo marino, plataformas de hielo) aumentando, de esta manera, la cantidad de agua en los océanos ocasionando un incremento significativo en los niveles del mar lo que pone en peligro a aquellas ciudades que se sitúen bajo su nivel

·         Olas de calor. Los gases de efecto invernadero que están dentro en la atmósfera son los principales responsables de las olas de calor ya que “atrapan” el calor dificultando su salida de la atmósfera lo que se traduce a un incremento de las temperaturas. Los estudios indican que las olas de calor seguirán aumentando en los próximos años lo que conllevará a más enfermedades relacionadas con el calor, así como el incremento de incendios

·         Sequía. El planeta se está calentando, a su vez, disminuye el agua dulce originando malas condiciones en la agricultura, pérdida de cosechas e incertidumbre alimentaria

·         Tormentas. A medida que la temperatura de los océanos es más cálida la intensidad y los efectos de las tormentas se incrementan ocasionando la aparición de un mayor número de huracanes

·         Enfermedades. Al producirse cambios en los ecosistemas (temperaturas más cálidas, inundaciones, sequías, …) se alimentan las condiciones adecuadas para la proliferación de plagas y enfermedades transmisibles (cólera, virus del Nilo, enfermedad de Lyme, dengue, etc.)

·         Destrucción de ecosistemas. El cambio climático afecta a la flora y fauna. Algunas especies no logran subsistir y mueren mientras que otras se trasladan a otros hábitats poniendo en peligro a especies, que podrían extinguirse. La supervivencia de la humanidad depende de la biodiversidad del planeta

·         Inestabilidad económica. Sabemos que la economía de un país depende directamente del clima. Los desastres naturales como, por ejemplo, inundaciones, incendios, huracanes, pandemias, repercuten muy negativamente en la economía

Tomar acciones contra el cambio climático es una necesidad urgente. Todos debemos poner atención a sus consecuencias y actuar para su mitigación.